
29 agosto, 2006
El calor y la estupidez

21 agosto, 2006
Uma praia de Portugal
Segregación
 Una sentencia de hace varias semanas avalaba la posibilidad de que hubiera centros educativos sufragados con fondos públicos y que practicaran la segregación por sexos del alumnado. Hay quien intenta argumentar esta barbaridad basándose en el diferente ritmo de maduración física, intelectual y emocional que tienen los chicos y las chicas, pero se olvidan de que en la escuela hay que aprender a socializarse y a convivir con otros seres humanos ajenos al núcleo familiar.
Una sentencia de hace varias semanas avalaba la posibilidad de que hubiera centros educativos sufragados con fondos públicos y que practicaran la segregación por sexos del alumnado. Hay quien intenta argumentar esta barbaridad basándose en el diferente ritmo de maduración física, intelectual y emocional que tienen los chicos y las chicas, pero se olvidan de que en la escuela hay que aprender a socializarse y a convivir con otros seres humanos ajenos al núcleo familiar.13 agosto, 2006
14 de agosto

Pero de unos años a esta parte las páginas de la historia han comenzado a enmohecerse a causa
 de los que no hacen más que piar en busca de una revisión que niegue la existencia de la barbarie. Es por eso que hoy, 14 de agosto, es más necesario que nunca recordar que fue aquí donde ocurrió, que fueron muchísimos los asesinados y que es necesaria una rehabilitación moral y un homenaje a quienes dieron su vida por defender la legalidad. No podemos permitirnos que después de tanto tiempo todavía haya gente que tiene miedo de hablar, y que a cuarenta años de silencio impuesto se hayan sumado otros treinta de un silencio aceptado como mal menor para los convulsos años de la transición. Hoy no se está pidiendo venganza ni castigo a unos culpables que el tiempo ha llevado a mejor vida, sino la rehabilitación de los nombres y apellidos de unos seres humanos que desaparecieron injustamente y cuyas familias necesitan algo más que unas flores, una placa de mármol y una palmada en la espalda: merecen una justicia que ponga a cada uno en su lugar de la historia. http://javierfigueiredo.blogspot.com
de los que no hacen más que piar en busca de una revisión que niegue la existencia de la barbarie. Es por eso que hoy, 14 de agosto, es más necesario que nunca recordar que fue aquí donde ocurrió, que fueron muchísimos los asesinados y que es necesaria una rehabilitación moral y un homenaje a quienes dieron su vida por defender la legalidad. No podemos permitirnos que después de tanto tiempo todavía haya gente que tiene miedo de hablar, y que a cuarenta años de silencio impuesto se hayan sumado otros treinta de un silencio aceptado como mal menor para los convulsos años de la transición. Hoy no se está pidiendo venganza ni castigo a unos culpables que el tiempo ha llevado a mejor vida, sino la rehabilitación de los nombres y apellidos de unos seres humanos que desaparecieron injustamente y cuyas familias necesitan algo más que unas flores, una placa de mármol y una palmada en la espalda: merecen una justicia que ponga a cada uno en su lugar de la historia. http://javierfigueiredo.blogspot.comPublicado en EL PERIÓDICO EXTREMADURA el 14 de agosto de 2006.
02 agosto, 2006
Cambio de clima
 Desde 2003 no hay verano en el que no tengamos una ola de calor descomunal, de esas que antes se producían cada veinte años. Podría tratarse de un indicio y no de una prueba de que algo está cambiando en el clima del planeta, pero todo parece indicar que los científicos lo tienen bastante estudiado y ya tienen hechas predicciones certeras sobre la subida de los mares, la desaparición de playas y el calentamiento global. Cualquiera que se haya montado en un ascensor este verano habrá tenido la oportunidad de comentar el tema desde su punto de vista: con poca ciencia, escasa memoria y mucha subjetividad, porque hasta en cuestión de termómetros hay relativistas que tienen calor con treinta grados y frío con treinta y dos. A los ascensores y las colas de la panadería todavía no ha llegado el debate sobre las causas de este cambio climático y estamos lejos de que los comentarios de cada vecino se centren en qué está haciendo cada uno para evitarlo. En esto que nos advierten de que somos campeones de Europa pero no de fútbol, sino en incumplimiento del protocolo de Kyoto. Tenemos la certeza de que el imparable consumo de combustible fósiles nos lleva por muy mal camino y no hacemos más que multiplicar las cifras que nos conducen al desastre. Mientras en el resto de Europa han empezado a disminuir sus emisiones de CO2, aquí seguimos pensando que la atmósfera está parcelada por países y que podemos seguir a nuestro ritmo porque aún nos queda mucho por ensuciar. Prevenir no es nuestro deporte nacional, así que esperaremos a ver los paseos marítimos inundados para empezar a hacer algo.
Desde 2003 no hay verano en el que no tengamos una ola de calor descomunal, de esas que antes se producían cada veinte años. Podría tratarse de un indicio y no de una prueba de que algo está cambiando en el clima del planeta, pero todo parece indicar que los científicos lo tienen bastante estudiado y ya tienen hechas predicciones certeras sobre la subida de los mares, la desaparición de playas y el calentamiento global. Cualquiera que se haya montado en un ascensor este verano habrá tenido la oportunidad de comentar el tema desde su punto de vista: con poca ciencia, escasa memoria y mucha subjetividad, porque hasta en cuestión de termómetros hay relativistas que tienen calor con treinta grados y frío con treinta y dos. A los ascensores y las colas de la panadería todavía no ha llegado el debate sobre las causas de este cambio climático y estamos lejos de que los comentarios de cada vecino se centren en qué está haciendo cada uno para evitarlo. En esto que nos advierten de que somos campeones de Europa pero no de fútbol, sino en incumplimiento del protocolo de Kyoto. Tenemos la certeza de que el imparable consumo de combustible fósiles nos lleva por muy mal camino y no hacemos más que multiplicar las cifras que nos conducen al desastre. Mientras en el resto de Europa han empezado a disminuir sus emisiones de CO2, aquí seguimos pensando que la atmósfera está parcelada por países y que podemos seguir a nuestro ritmo porque aún nos queda mucho por ensuciar. Prevenir no es nuestro deporte nacional, así que esperaremos a ver los paseos marítimos inundados para empezar a hacer algo.Publicado en EL PERIÓDICO EXTREMADURA el lunes 7 de agosto de 2006
Riadas y catástrofes
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