14 octubre, 2007

Morir en el asfalto



Poco importa la cifra de personas que hayan muerto en la carretera este fin de semana. Cualquier número superior a cero es una tragedia que debería preocupar a los políticos tanto como la violencia de género o el terrorismo. Si algo tienen en común estos tres problemas es que provocan muertes absolutamente evitables, aunque todavía hay diferencias sustanciales: frente al terrorismo hay un alto grado de concienciación social y empieza a haberlo contra la violencia machista, pero son los accidentes de tráfico los que aún no han llegado a ser tomados en serio. Me doy cuenta cada vez que conduzco por cualquier puente urbano sobre el Guadiana, respetando la limitación a 50 por hora, y soy adelantado por quienes creen que son Fernando Alonso y deben llegar destacados al próximo viraje. También están los que imitan a Pedrosa y van acercando la rodilla al suelo en las rotondas. La cuestión es que todavía no nos atrevemos a anotar las matrículas y a presentar denuncias, movidos por la estúpida creencia de que nuestro comportamiento iba a ser el de un mísero chivato. Nos quedamos con la boca abierta cuando nos cuentan que han ido de Badajoz a Madrid en dos horas y pico en lugar de reprocharles su temeridad. Nuestra pasividad ante los despropósitos ajenos no ayuda en nada a que se reduzca el medio centenar de muertes de cada fin de semana. Pero claro, un país que se levanta a las seis de la mañana para ver a un asturiano adelantar por la derecha, no puede esperar que los jóvenes, a las cinco de la mañana y habiéndose bebido hasta el mistol, se comporten como ciudadanos. ¿Nos concienciaremos algún día?

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo creo que no nos concienciaremos ningún día porque en esto somos nosotros quienes decidimos cuánto pisar el acelerador, excepto cuando somos víctimas, y porque además toda la adrenalina de la velocidad es un factor determinante para no hacer caso y continuar viviendo en el límite de lo prohibido. Ojalá llegue ese día, compañero.

Anónimo dijo...

¿Evitables, dices? Para empezar,¿por qué fabrican coches que alcanzan los 300km/h al minuto de arrancar? Las muertes en la carretera, como las producidas por falta de atención sanitaria, son consideradas meros "efectos colaterales" de la perfección de nuestro sistema... Cuando un humano se atreve a compartir el espacio con humanoides sabe a lo que se expone. ¿Por qué crees tú que apenas salgo de mi cubil?

Anónimo dijo...

Ah, los accidentes parecen inevitables cuando humanos y humanoides se ven obligados a hacer trayectos juntos. Aunque estáte convencido que para él tú eres el humanoide.

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