12 mayo, 2008

Una hora y media


Hay concursos para todos los gustos y disgustos. Encender la tele y no encontrarse con uno es poco menos que un milagro. Los hay para cantar, para aprender a bailar, para rascarse la barriga diciendo estupideces e incluso hay un par de concursos en los que a los participantes les está permitido pensar. Si hay uno que ha conseguido poca audiencia televisiva pero gran capacidad para suscitar la reflexión, es el organizado por jóvenes de IU en Palencia, que se han lanzado a buscar el record Guinness de la precariedad laboral. Tan complicado era el asunto que hubo dos modalidades diferentes: la primera la ganó un joven que acreditó tener un contrato laboral de una hora y media a la semana, mientras que el apartado de precariedad acumulada se lo llevó uno joven de 23 años que recopiló 15 contratos diferentes en un solo año. El premio no sacará de pobres a los ganadores, porque me temo que un ejemplar del Estatuto de los Trabajadores, otro de Mundo Obrero y una estampa de San Precario no les servirán para pagar en el supermercado. La precariedad es consecuencia de aquella flexibilidad que nos vendieron como la panacea que permitiría reducir el desempleo, pero no nos contaron que la solución supondría tener muchísimos contratos pero sin nada que se pareciera a un puesto de trabajo. Todo sería maravilloso si esos 90 minutos semanales de vida laboral se pagaran con la tarifa que cobra Zaplana en su nuevo trabajo, pero me da a mí que no. Ahora nos dirán que no es el mejor momento de acabar con toda esta precariedad que está creando una nueva clase social: la de los que no están parados pero siguen siendo pobres.

2 comentarios:

Luis Leal dijo...

Antes de opositar, estaba a punto de hacer una OPE (oferta pública de empleo), que es, nada menos, que una oferta de cuanto quieres cobrar. Entonces lo que tienes es gente que cobra muy poco o que tiene que pagar para trabajar.
Esta "flexisecuridad" es una verguenza para todos los han luchado por los derechos laborales conquistados en Europa.
Hace 40 años del mayo de 68, ?Cómo podremos hacer otra revolución?
Mejor que nos callemos y nos contentemos con el euro2008...
Así es nuestra generación hipotecada.

Puntos de vista y ... nada más dijo...

Siempre se está a tiempo de ser una generación atrevisa, que se atreva a romper con lo establecido. Pero hay demasiada gente intentando salvarse personal e individualmente de la quema y no repara en la posibilidad de apagar colectivamente el incendio.

Malos tiempos para la conciencia de clase.

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