Historias del tren

Me voy a atrever a decirlo y que no me pase nada: lo que se está haciendo con los trenes en este país es una locura y un despropósito. Ya está. No puede ser que vayamos a tener más líneas de alta velocidad que ningún país del mundo, con billetes a unos precios prohibitivos para la mitad de la población, y con unos trazados que insultan a cualquier ser racional. ¿Saben que Ciudad Real y Toledo tienen AVE pero no están conectadas entre sí a pesar de ser provincias limítrofes de la misma región? ¿Saben que Plasencia y Salamanca, a poco más de 130 km, estarán unidas por tren a través de Madrid dando una vuelta de más de 400 km? Les aseguro que con lo que se ha gastado en trenes de altísima velocidad desde hace 20 años, y con lo que se va a invertir en los próximos 20, tendríamos para arreglar toda la red, cambiar el ancho, poner dobles vías, electrificarlas, llenarlas de material que circulara a más de 200km/h, interconectar la península en forma de red y llevar el ferrocarril a zonas