Publicado en la contraportada de EL PERIÓDICO EXTREMADURA el 30 de julio de 2012.
30 julio, 2012
Aquí al lado
23 julio, 2012
Clamor popular

No se recuerda en la historia reciente un clamor popular como
el vivido el pasado jueves en todo el país. Proviene de una inmensa mayoría de
la población, que vive de su trabajo, y que se rebela frente a las medidas que
imponen las mafias de especuladores para seguir llenándose sus bolsillos sin
tener que mover un dedo. El gobierno parece seguir dispuesto a no inmutarse
ante las protestas y a cumplir fielmente el mandato del crimen organizado de
los mercados, sumiendo a la población en una situación depresiva, en todas las
acepciones de la palabra. No parece muy probable que Rajoy vaya a encabezar un movimiento europeo y mundial en contra de
los paraísos fiscales y las SICAV, como tampoco que vaya a hacer caso a las
recomendaciones del sindicato de técnicos del Ministerio de Hacienda, que le
han detallado de dónde se pueden obtener 63.500 millones de euros sin fastidiar
más a las capas medias y bajas de la población. Siempre me ha resultado curioso,
en estas discusiones que ahora nos envuelven a diario, los argumentos de los
que no quieren apretar las clavijas a los poderosos: que si les subes los
impuestos a los millonarios se lo llevan, que si es mejor no soliviantarlos
para que inviertan y mil excusas por el estilo. Lo que siempre se ha dicho: que
los emuladores de don Vito Corleone
nunca necesitan ponerse detrás de una pancarta para hacer su santa voluntad.
Ahora nos haría falta un gobierno que escuchara más el clamor popular que las
consignas de quienes nunca se saciarán, de quienes no pararán hasta vernos tan
inermes como esclavos.
Publicado en la contraportada de EL PERIÓDICO EXTREMADURA el
23 de julio de 2012.
16 julio, 2012
Castigo colectivo
A
mi hija le indignan los castigos colectivos en el colegio. El maestro se da la
vuelta, siente la algarabía y el desorden, no atisba a determinar a los
culpables y opta por hacer tabula rasa, pagando justos por
pecadores. Y es que la justicia no se puede impartir en combinación con las
cifras agraciadas en el sorteo de la ONCE del viernes. A nadie se le ocurriría
encarcelar a toda una aldea en la que se ha cometido un crimen argumentando que
es difícil encontrar al culpable. Pues si este ejemplo les parece lógico, ahora
damos un salto mortal y nos volvemos a la edad de piedra. Decía Montoro que
si no se defraudara tanto en el pago del IVA no haría falta subirlo. ¿Podemos
concluir entonces que se va a ser inflexible con los defraudadores? Pues no,
como eso cuesta mucho esfuerzo vamos a lo fácil: aumentamos unos cuantos puntos
para que los cumplidores paguen más y los que se escaquean sigan carcajeándose.
Decía un técnico de Hacienda que el fraude de este impuesto no procede tanto de los fontaneros y electricistas, que no suman más del 7% de lo evadido, como de las grandes
corporaciones, que nos hurtan más del 70% y a las que no interesa pillar. Uno
cada vez está más convencido de que la solución a esta crisis se está basando,
desde mayo de 2010, en apretar el cuello de la gente más indefensa, honrada y
de bolsillos transparentes, porque no hay valor suficiente para arremeter
contra los que provocaron el agujero negro y se lo llevaron a las Islas Caimán.
No pidan explicaciones ante este castigo colectivo e injusto porque corren el
peligro de que les digan que se fastidien, pero con un sinónimo que empieza por
jota.
Publicado en la contraportada de EL PERIÓDICO EXTREMADURA el 16 de julio de 2012.
09 julio, 2012
Deudas y ofensas
Son pocas las veces que tengo que ir a misa y, desgraciadamente, asisto más a funerales que a bodas, bautizos y comuniones. Cuando escucho la liturgia me gusta poner a prueba mi memoria y adelantarme mentalmente a las palabras del oficiante. Caigo entonces en la cuenta de que durante mi infancia tuve que oír muchas misas enteras todos los domingos y fiestas de guardar, porque todavía me sé de carrerilla tanto las intervenciones del cura como las respuestas de los feligreses. Ahora me fijo más en el significado verdadero de cada expresión y no puedo evitar sonreír o indignarme, dependiendo del pasaje. Pero llega un momento en el que me quedo en fuera de juego: la oración que comienza evocando a nuestro padre ha sido modificada sustancialmente y ya no pedimos perdón para nuestras deudas. No. Ya no hay deudas, ni públicas ni privadas. Han sido sustituidas por ofensas y los deudores son denominados perifrásticamente como “los que nos ofenden”. Uno sale del templo con ganas de comenzar a teclear en su vida con ese comando tan útil que busca un término y lo remplaza por otro. Comienzas a pensar en frases como “tengo una ofensa hipotecaria con tal entidad” o “menganito me ofende unos cuantos euros que le presté”, y todo parece una recreación barata de Ionesco y su teatro del absurdo. Pero no lo es: uno ve el documental titulado Debtocracy, donde te hablan del concepto de deuda odiosa y del origen de la crisis griega, y llega a la conclusión de que obligar a pagar una deuda ajena e injusta es una manera de ofender muy gravemente. Quizá no iban desencaminados los que actualizaron el padrenuestro.
Publicado en la contraportada de EL PERIÓDICO EXTREMADURA el 9 de julio de 2012.
02 julio, 2012
Producto interior bruto
Algún indocumentado había dicho que ganar un mundial de fútbol suponía un aumento de 0'7 % del PIB en el país. Sin embargo, todos los datos estadísticos consultados indican que en 2010 no se cumplió esa premonición en España. No se preocupen que no les voy a dar la brasa con lo de anoche, que somos muchos los que hoy no tenemos ni más depresión ni más euforia que cualquier otro lunes. Hay mil asuntos más importantes por los que preocuparse y uno de ellos debiera ser un debate sobre a qué queremos dedicarnos globalmente. Estamos poniendo todos los huevos en la cesta del sector de los servicios y el turismo, sin percatarnos de que en las costas croatas tienen el mismo sol, las mismas aguas y mejores precios que en nuestros hoteles y chiringuitos. En manufacturas no se puede competir frente a China y otros países donde no se respeta ningún derecho, ni humano ni laboral, así que convendría invertir en investigación lo poco que quede en las arcas, para que lo que vendamos tenga un valor añadido e innovador que lo haga único y diferente. Pero no, andamos como en las películas de Berlanga, agasajando a los que vienen a España con alegría, les modificamos las leyes a su antojo y vislumbramos un horizonte de ludopatía como mayor logro social. Dejen de estudiar y de embarcarse en proyectos de investigación y aprendan a jugar al blackjack para obtener un puesto de crupier sin derecho a vacaciones ni seguridad social. A veces uno tiene la sensación de que lo que se incrementó en 2010 con la victoria futbolera fue la producción de brutos en el interior del país, que creo que no es lo mismo.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)
Seres humanos e Inteligencias artificiales
C ada vez que me cuentan una de las nuevas posibilidades prácticas de la inteligencia artificial siento asombro, curiosidad y también alguna...
-
El plural mayestático, que ya en Roma usaban las majestades que le dieron nombre, se usa en días como hoy por todo el mundo y no tanto como ...
-
La noticia más comentada hoy en EL PERIÓDICO EXTREMADURA era e sta . Y los comentarios eran de todo tipo. Leer algunos me sirve para reafirm...
-
Cuando me enteré de que el príncipe de Asturias se iba a casar con una redactora de TVE me estremecí por un momento ante la posibilidad de q...