Tuve un profesor de Historia que me hizo cambiar la visión de América que aprendí en los libros y en las estatuas de Extremadura. También me ayudó una canción que cantaban Olga Manzano y Manuel Picón, compuesta por el mejicano Gabino Palomares.Del mar los vieron llegar
mis hermanos emplumados
eran los hombres barbados
de la profecía esperada.
Se oyó la voz          del monarca
de que Dios había llegado
y les abrimos la puerta
por          temor a lo ignorado.
Iban montados en bestias
como demonios del mal
iban con fuego en las manos
y cubiertos de metal
      
Sólo el honor          de unos cuantos
les opuso resistencia
y al mirar correr la sangre
se llenaron          de vergüenza.
Porque los dioses          ni comen
ni gozan de lo robado
y cuando nos dimos cuenta
ya todo estaba          acabado.
Y en ese error entregamos
la grandeza del pasado.
Y en ese error nos quedamos
500 años esclavos.
Hoy les seguimos cambiando
oro por cuentas de vidrio
y damos nuestras riquezas
por sus espejos con          brillo.
Se nos quedó          el maleficio
de brindar al extranjero
nuestra fe, nuestra cultura,
nuestro          pan, nuestro dinero.
Hoy nos siguen llegando          rubios
y les abrimos la puerta
y les llamamos amigos
Pero si llega cansado
un indio de andar la sierra
lo humillamos y lo vemos
como extraño por          su tierra.
Tú, hipócrita          que te muestras
humilde ante el extranjero
pero te vuelves soberbio
con tus          hermanos del pueblo.
Maldición de          Malinche
enfermedad del presente
¿cuándo dejarás          mi tierra?
¿cuándo harás libre a mi gente?
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