
Érase una vez un país en el que gobernaba una familia de reyes. Ellos se pasaban el poder de padres a hijos y no contaban para nada con la gente pobre y trabajadora. Un día de abril de hace muchos años, la gente pobre y trabajadora se cansó, mandó a la familia del rey a coger un barco en Cartagena, y los reyes se fueron a Italia a refugiarse, donde gobernaba un señor que se llamaba Mussolini. Durante unos años las cosas cambiaron, se hicieron escuelas, las mujeres pudieron votar, hicieron una bandera roja, amarilla y morada,... y muchas cosas más.
Pero había unos señores a quienes no les gustaba la nueva situación así que hcieron una guerra para que todo volviera como antes ( o peor). Ganaron la guerra y durante 40 años no hubo libertades para nadie, ni para hombres, ni para mujeres, se prohibían los poemas y las canciones, no se podían decir muchas cosas,...
Hubo unos valientes que se enfrentaron al tirano, y sufrieron torturas ,y dieron con sus huesos en las cárceles, y....
Pasó el tiempo. Pasó tanto tiempo que a muchos se les había olvidado que hubo quien arriesgó su vida por nuestra libertad. Y decidieron hacerles un homenaje, tarde, pero homenaje. Y alguien sacó de nuevo la bandera de la libertad en aquel palacio. Pero el nuevo dueño del palacio se enfadó mucho, porque aunque se lamaba Bono, no era nada bueno.
Y colorín colorado, a la tricolor han ultrajado.
P.S.
Esta noche voy a contar este cuento. De momento es triste, pero a lo mejor, un día, llega a tener final feliz.