Política de gestos
El diccionario dice que un gesto es el movimiento del rostro, de las manos o de otras partes del cuerpo con que se expresan diversos afectos del ánimo. Los expertos dicen que comunican más que las palabras y en cualquier entrevista de trabajo puede ser más determinante que te cruces de brazos o apartes la mirada antes que saber alemán o chino. Tampoco son los gestos un lenguaje universal: en algunos países es un insulto dibujar un cero con el pulgar y el índice mientras que aquí lo usamos para comunicarle a los camareros que un plato está muy bueno. Los portugueses, sin ir más lejos, expresan la exquisitez de una comida tocándose el lóbulo de la oreja y en España juntamos los dedos, los besamos y los abrimos como una flor. Hablar de gestos en política es entrar en un terreno fértil para la ambigüedad: una política de gestos puede describir acciones propagandísticas, sin consecuencias prácticas y que sólo se hacen de cara a la galería; otras veces se refiere a la buena volu