Cuando
nació mi hija, una amiga y compañera de Facultad me envió un poema de Irene
Sánchez Carrón que tengo entre mis favoritos. Está incluido en el libro Escenas principales de un actor secundario
y lo tengo como uno de mis preferidos:
Mientras duermes te miro.
Me recuerdas
el frío de las fuentes en los labios,
el prado debajo de la espalda,
la indescifrable danza de las nubes,
el dulce sabor de diminutos dedos en la masa,
la tierra en las uñas,
los pies mojados en los charcos,
los bolsillos repletos.
Contigo junto a mí
los días recobran la suave textura de la cera
y repiten mil veces el amanecer.
Contigo junto a mí
veo pasar de largo la tristeza.
Me recuerdas
el frío de las fuentes en los labios,
el prado debajo de la espalda,
la indescifrable danza de las nubes,
el dulce sabor de diminutos dedos en la masa,
la tierra en las uñas,
los pies mojados en los charcos,
los bolsillos repletos.
Contigo junto a mí
los días recobran la suave textura de la cera
y repiten mil veces el amanecer.
Contigo junto a mí
veo pasar de largo la tristeza.
El domingo 10 de abril de 2016, mi admirada
Irene publica su extensa columna de domingos alternos en el diario Hoy con el
título de Podemos, primera temporada,
en la que expresa su opinión sobre esta formación política y que no
es muy buena. Lo que sí me llama la atención es que para argumentar una opinión
desfavorable hacia esta organización política se sirva de algunos datos de muy
dudosa veracidad y de las informaciones que gran parte de los medios difunden,
sin pararse a analizar las fuentes directas.
Habla de un proceso
de decrepitud y afirma que “al día siguiente de conocerse los resultados de las
elecciones, Iglesias echó mano del guion equivocado y optó por la estrategia de
las espadas láser y las líneas rojas”. La realidad es que no fue nada más
conocerse los resultados electorales, que fue el dia 22 de enero, nueve días
después de que, sin comerlo ni beberlo, el PsoE hubiera decidido entregar la
mesa de la Cámara al PP+C’s (no teniendo ambos la mayoría en la Cámara) e
intentando relegar a lo más alto del graderío a la formación política morada.
Como publiqué en esta entrada
de mi blog, la oferta de un gobierno de progreso se hizo respetando la
formalidad institucional con exceso de celo (según mi punto de vista) puesto
que Pablo Iglesias esperó a haber comunicado al jefe del Estado su intención
antes que a nadie, algo que le han reprochado hasta los monárquicos (ver para
creer).
Además, y
como demuestro en esa entrada y con el vídeo delante, Iglesias propuso aspectos
fundamentales sobre los que dialogar (no “líneas rojas”, horrible expresión) y
solo después habló de que un gobierno sostenido por 5.300.000 votos del PsoE +
5.100.000 de Podemos y 900.000 de IU debería tener una composición que
trasladara el apoyo popular. Algo similar a lo que durante años hizo el PSE en
el País Vasco, donde Ramón Jáuregui fue vicepresidente a una distancia similar
del PNV.
Habla de “agresiones
y faltas de respeto al PSOE” sin caer en la cuenta que fue el PsoE el que se
negó desde el primer momento a hablar nada con Podemos y entregó su programa de
izquierda moderada a Ciudadanos, que se vanagloriaba días antes de la fallida
investidura de haber colado el 80% de su programa en el pacto. Si alguien ha
ninguneado a 5.100.000 ciudadanos que votaron a Podemos ha sido el Psoe, que ha preferido hacer
bloque con un grupo que proviene de la derecha como el PP (el propio Pedro
Sánchez lo dijo en campaña). Además,
miembros del propio PsoE lo reconocen.
También habla
de “ceses tajantes y unilaterales” e imagino que no sabía que solo ha habido uno,
que estaba estatutariamente en su mano poder efectuarlo y que ha sido
refrendado unánimemente por todo el órgano democrático que debía hacerlo. Lejos
de haber suscitado una crisis, en el interior de Podemos se respira todo lo
contrario, la posibilidad de volver organizativamente a los orígenes.
Finalmente se hace eco de las últimas oleadas
de noticias sobre la financiación de Podemos, que han llegado al esperpento de
incluir entre los financiadores a una fundación de El Corte Inglés por el mero hecho de que Pablo
Iglesias recibió una beca de la misma muchos años antes de que se pudiera imaginar la formación de un partido. No hay nada como ir a las fuentes https://transparencia.podemos.info/
Podemos tiene
defectos y ha cometido errores, como todo colectivo humano. Muchos los hemos
criticado desde dentro y desde fuera: creo que se puede y debe ser
profundamente radical para acabar con los peligros que suponen para la mayoría
de la humanidad las normas y leyes fraguadas por y para beneficio de los
grandes capitalistas, pero hay que hacerlo con las mejores formas y con el
escrupuloso respeto a los Derechos Humanos. Los que llevamos décadas
dedicándonos a esto último sabemos que hay cosas de Venezuela que son
indefendibles, como también es verdad que quienes
tienen mucho interés en hablar de Venezuela y no de otros lugares en los que se
violan los derechos humanos es por razones
bien vergonzantes
(Los enlaces son de EL PAÍS para que no parezcan “parciales”).
Seguiré leyendo a Irene Sánchez Carrón, a la que sigo en
domingos alternos, y de la que siempre recuerdo aquel poema, pero tenía la
obligación de aclarar unas cuantas cuestiones porque tengo la certeza de que
algunos hechos no han sido como ella los ve. Se puede estar en desacuerdo sobre
si la LOGSE era mejor o peor que la LOMCE, pero afirmar que esta última es más
integradora y fomenta más la cooperación sería faltar a la verdad objetiva.
Por cierto, el socio del PSOE se negó a votar la paralización de
la LOMCE en el Congreso esta misma semana, imagino cómo estarán las militantes
y votantes socialistas que tanto han peleado durante estos años con sus
camisetas verdes, defendiendo una escuela pública de calidad, al ver al socio
de gobierno con tales posturas.
En la fotografía el artículo de Irene Sánchez Carrón al que hago referencia.
1 comentario:
Magnífica respuesta. Quien tiene la obligación de ser veraz al analizar a la sociedad no pueden utilizar fuentes contaminadas, fuentes de medios pagados por el capital empeñado en evitar el acceso al gobiernos de Podemos, ante el temor de que sus desmanes queden al descubierto y que esto suceda en una sociedad donde la justicia sea neutral con unos altos tribunales que no obedezcan a los partidos políticos.
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