I ba a escribir algo sobre la cuestión, pero el día 18 lo hizo Isaac Rosa . Mucho mejor. “Esperamos que la huelga general no sea violenta. Además, no hay mucho entusiasmo entre los trabajadores para secundar el paro.” -José María Lacasa, Secretario General de CEOE- . Ya sabemos, desde el mismo día que se convocó, que la huelga general del 29 será irremediablemente un fracaso, que no merece la pena que nos molestemos en hacerla. También deberíamos saber que, en el improbable caso de que sea un éxito, o que no sea el fracaso anunciado, será por culpa de violentos piquetes sindicales que sembrarán el terror en calles y polígonos. En la campaña mediática antisindical ya ha empezado a asomar el fantasma del piquete, del que oiremos hablar mucho los próximos días. Los empresarios dicen que tienen miedo, y hace un par de días la CEOE exigió al Gobierno que “garantice el derecho al trabajo, y la seguridad de las personas y de las instalaciones empresariales”, para lo que piden una “línea cali