23 noviembre, 2008

¡Qué cruz!


Leo esta noticia y lo primero que pienso es en la falta de respeto que existe en España a los que no tenemos creencias religiosas. Sería inimaginable que un profesor colocara en su aula de una escuela pública un retrato de Mao o del Che, o un muñeco de vudú, o la foto de un chamán del Congo. Pero damos por sentado que la religión de la mayoría permite hacer comulgar con ruedas de molino al resto. Conste que me pare muy bien que la gente piense lo que quiera y que si hace falta saldría a la calle para defender los derechos de todas las personas a tener cualquier tipo de religión, a hacer celebraciones e incluso a llevarlas a cabo en las calles de forma ordenada. Otra cosa es que haya que hacerlas en el lugar de trabajo o de estudio que es de todas las personas, de las que creen y de las que no. Le cuento una anécdota real que ocurre en Extremadura. 

Esta semana he sabido que en un centro de Infantil y Primaria de Extremadura hay una pequeña sala que se utiliza para que los tutores y tutoras se lleven a las niñas y niños que no tienen religión. Bueno, pues alguien se le ha ocurrido decorar ese aula con un busto dorado de la virgen. ¡Manda narices! No sólo no se conforman con ponerlos en otras aulas sino que llevan los símbolos incluso a los espacios que más usan los niños que no tienen religión.

La foto que publico es de un colegio público de Badajoz y esta semana se podrían hacer varias fotos similares. ¿Tan difícil es una mandar una circular a los directores de centro recordando el caracter público de los mismos?

4 comentarios:

Marikiya dijo...

Estoy completamente de acuerdo! Es increible que en colegios laicos se mantengan iconos religiosos. Lo ideal, para no ofender a ningun creyente de cualquier confesión, sería no incluir ningún símbolo religioso. Porque, es lo que tú dices, ya puestos a poner el crucifijo, ¿por qué no poner la cruz de David, el buda, etc?

Felipe Sánchez Barba dijo...

Estoy de acuerdo en que se quite aquello que no sea necesario en las aulas, pero me parece que la simbología - como cualquier otro tipo de elementos específicos de las religiones- no debe de usarse como política de división La responsabilidad -como casi en todo- es de las personas que lo permiten sin que nadie en el AMPA, en el Consejo Escolar o donde sea les paren los pies.

Que conste que soy creyente, pero entiendo que este tipo de elementos no pintan nada en los colegios, pero a lo mejor tampoco otros que existen en la sociedad y que hemos asumido porque simplemente nos interesan, tales como algunas fiestas, tradiciones...

Puntos de vista...y nada más dijo...

Gracias por el comentario, Felipe. Yo creo que las cosas son muy simples. Soy partidario de que los niños puedan llevar un pañuelo en la cabeza o un crucifijo, pero entiendo que los lugares públicos son de todos ¿Podría poner yo en clase una foto de mi político preferido o mi equipo de futbol? ¿Podría si el 80% de los alumnos pensamos igual? ¿O debería respetar cierta neutralidad en algo que debe ser la espiritualidad.

El problema es que los padres ateos no nos quejamos nunca y tragamos, y cunado alguien dice algo, parece que es el que monta jaleo. ¡Qué cosas!

Juan Luis Corcobado Cartes dijo...

Amigo Javier:

Esos niños que son apartados de su aula habitual y mientras se adoctrina a los demás son llevados como apestados a otro lugar, a veces solitario, desangelado... esos niños no sufren discriminación, por lo visto. Ahora bien, si tú dices que lo del "mes de María" se haga en casa de quien quiera y no en la escuela o que no hay por qué dar por sentado que todos los niños canten en navidad viva el niño de Dios, o que los símbolos religiosos hayan de presidir despachos oficiales, como el de la alcaldesa de Cáceres, o aulas públicas, eso es ser poco respetuoso, intransigente, discriminador... En fin, será que hay cosas que no se pueden entender sin la ayuda del Espíritu Santo.

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