Cuando un dedo señala la luna sólo los imbéciles ven el dedo. Esta sentencia quizá sea exagerada, pero define perfectamente lo que ha ocurrido a cuenta de un anuncio contra la pobreza que se ha convertido en asunto de Estado, con intervenciones de los partidos políticos y apertura de expediente para el funcionario que permitió rodar el corto publicitario. Para los habitantes del ombligo del mundo el problema no es que centenares de millones se mueran de hambre sino la forma de emitir el mensaje para comunicárnoslo. Me pregunto si alguien se habría enterado de esta campaña si se hubiera recurrido a los métodos más tradicionales y políticamente correctos. A lo mejor es cierto que en publicidad no vale todo pero no nos desviemos del asunto porque no estamos tratando de cualquier minucia: hace más de 30 años que los estados, incluido el nuestro, se comprometieron a aportar un 0,7% del PIB para eliminar la pobreza, hemos tenido gobernantes de casi todos los colores y todavía no hemos alcanzado la cifra pactada. Por supuesto que no se ha abierto expediente a nadie a pesar de los reiterados e históricos incumplimientos, con lo que podemos concluir que tampoco es tan grave, de vez en cuando, romper pequeñas normas y burlar estúpidos reglamentos si con ello conseguimos que la población gire sus ojos hacia el mayor problema que afecta al género humano. Si llevamos una semana oyendo hablar más del plató de un vídeo que de levantarse contra la pobreza es porque, desgraciadamente, hay demasiada gente clavando sus ojos en el dedo en lugar de mirar la luna. http://javierfigueiredo.blogspot.com
Publicado en EL PERIÓDICO EXTREMADURA el 9 de octubre de 2006
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