Dos buenos amigos publican hoy un interesantísimo artículo de opinión sobre la enseñanza de la lengua portuguesa en Extremadura. Aunque sé que es muy largo, es de obligado cumplimiento colgarlo aquí. Espero que sirva para algo.
NO hace falta ser un profeta ni tener especiales dotes de adivinación para predecir que Portugal va a ser un elemento esencial en el desarrollo de la Extremadura de este nuevo milenio. En los últimos años se han producido avances históricos de colaboración con el país vecino de los cuales hemos obtenido beneficios en todos los órdenes: los portugueses realizan el 20% de las compras que se realizan en ciudades como Badajoz, compartimos con nuestros vecinos equipamientos sanitarios y existe una fluida colaboración en otros muchos ámbitos y sectores. Esta realidad de confluencia con Portugal se incrementará todavía más cuando, dentro de pocos años, contemos con las más modernas infraestructuras de comunicación con Lisboa y Madrid, con plataformas logísticas conjuntas desde las que impulsar a Extremadura como centro neurálgico del suroeste peninsular y con un sinfín de oportunidades que se nos abren hacia el oeste. El propio presidente de la Junta ha señalado en más de una ocasión la necesidad de volcarnos hacia Portugal y de institucionalizar -incluso en el nuevo Estatuto- la relevancia de nuestra vecindad. No se trataría de nada nuevo sino de intensificar una labor que se inició hace quince años y que ha permitido que las relaciones entre nuestra región y las vecinas de Alentejo y Centro se hayan multiplicado de forma exponencial.El apoyo a la lengua portuguesa no ha quedado al margen de esa política y buena prueba de ello es que hoy se pueda estudiar portugués en todas las escuelas de idiomas de la región, que el portugués esté dentro de los programas educativos que oferta nuestra Consejería de Educación, que desde el Gabinete de Iniciativas Transfronterizas se hayan subvencionado más de 800 cursos en ciudades y pueblos de casi toda la geografía extremeña o que la Universidad de Extremadura haya contado con una titulación específica en Filología Portuguesa. Fruto de este esfuerzo de las instituciones y de la sociedad, nuestra región es la que más estudiantes de portugués tiene de toda España, hecho que aparece con frecuencia en los principales medios de comunicación lusos.Tampoco se le oculta a nadie que el conocimiento de lenguas extranjeras ha sido en España no ya un talón de Aquiles de la educación sino de la sociedad en general, en la que se puede llegar a importantes puestos vanagloriándose de saber poco más que la propia lengua materna. El futuro nos obligará a estar a la altura de estos nuevos tiempos y a partir de 2010, según lo acordado en el seno de la Unión Europea, tendremos que formar a las generaciones futuras para que sean capaces de manejarse en su lengua materna y dos idiomas más. En Extremadura se nos plantea el reto de perfeccionar e integrar en todo el proceso educativo formal ese objetivo de que los ciudadanos europeos sean plurilingües y, por otro lado, la necesidad de formar a profesionales que atenderán a ciudadanos portugueses en los hospitales, que trabajarán en estaciones de tren de carácter conjunto y que llevarán adelante proyectos de carácter transfronterizo de gran trascendencia social. Teóricamente todo favorecería la inclusión del portugués como esa segunda lengua extranjera del sistema educativo obligatorio: por razones de cercanía geográfica, de vecindad cultural, de interés económico y desde un punto de vista estratégico. Si a ello añadimos todos los esfuerzos institucionales para favorecer el aprendizaje del portugués en la enseñanza no reglada, podríamos pensar que estamos cerca de que los alumnos de primaria y secundaria de toda la región pudieran optar por el portugués como segunda lengua.Pero la realidad se encuentra con dificultades. De hecho, mientras que sí que es posible estudiar francés como segunda lengua en todos los institutos de la región, sólo en 14 se puede aprender portugués, dándose casos como el de la ciudad fronteriza de Badajoz, en la que sólo es posible estudiar portugués en tres de los 12 institutos públicos existentes. Una oferta insuficiente, además, teniendo en cuenta que en primaria, gracias al Programa de Lengua y Cultura Portuguesa y al programa de maestros de portugués de la Consejería, se estudia portugués en más de 50 colegios públicos, cuyas enseñanzas mueren al pasar este alumnado a secundaria, como pasa en Alburquerque o en La Roca. Esta discontinuidad frustra el interés y la motivación de los estudiantes por el idioma vecino. ¿Para qué estudiar portugués en primaria, si no es posible continuar en secundaria?Al mismo tiempo que existen estas dificultades para aprender portugués en los niveles de primaria y secundaria, en las regiones portuguesas se está produciendo un incremento notable de alumnos interesados en aprender español, sabedores que en un futuro próximo conocer el castellano y el portugués abrirá infinidad de puertas en Europa y América, donde las dos lenguas serán habladas por más de 600 millones de personas. En el país vecino son los propios centros los que están demandando a la Administración para les dote de profesorado de español. No sería de extrañar que los jóvenes portugueses, de seguir las cosas así, tendrán en toda justicia muchas más posibilidades para trabajar plataformas logísticas conjuntas o estaciones internacionales antes que los extremeños.En Extremadura podemos perder el tren del bilingüismo hispano-luso de nuestras próximas generaciones si no somos capaces de subsanar algunos obstáculos que frenan cualquier posibilidad de crecimiento. La inclusión del portugués en el currículo de un centro es una decisión que no depende sólo de la voluntad de la Administración sino del propio claustro, que puede carecer de interés alguno en que se introduzca esta lengua por motivos más corporativos que lógicos. En cualquier caso, no estaría de más que en aquellos centros de nueva creación, en los que no hay ningún impedimento, el portugués fuera un elemento básico e indiscutible desde el primer día.Tal vez haya llegado el momento de plantearse si realmente queremos aprovechar las sinergias de nuestra vecindad con Portugal para un despegue en todos los órdenes y si vamos a prepararnos para una cooperación en la que seamos nosotros, por fin, quienes hagamos el esfuerzo de comunicarnos con los portugueses sin tener que recurrir al típico «ellos nos entienden». Si estamos convencidos de que ese es el camino, nos corresponde poner en marcha un plan que permita que todo el esfuerzo de lustros en favor del conocimiento de la lengua portuguesa en Extremadura no se venga abajo por intereses que, además, se alejan de los objetivos de cooperación que todos los extremeños deseamos.
Mª JESÚS FERNÁNDEZ Y JOSÉ IGNACIO MARTÍN son miembros de la Asociación de Profesorado de Portugués de Extremadura
1 comentario:
Una pequeñita idea. Fomentar el portugues en las actividades formativas complementarias. Poco a poco y desde los primeros años. Todos los años (a lo sumo tres) se deciden que actividades se dan en el centro, un poquito de información a los padres y puede que se den. Desde mi punto de vista no tiene sentido dar ingles en las aaffcc, es redundante ¿no?
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