Javier Marías es uno de esos columnistas con los que no tengo término medio: en ocasiones estoy en total desacuerdo con su punto de vista y otras veces me parece que acierta de pleno. Ayer se despacha en EL PAÍS SEMANAL haciendo algunas referencias a los anónimos de los blogs y dice algo así:
- Si hay algo que me parece despreciable son los anónimos y pseudónimos, y esa es una de las razones por las que nunca navegaré mucho por Internet. No dudo de su incomparable utilidad para hallar datos, pero siempre que he caído en algún foro, chat, blog o como se llamen esas tertulias –en mis muy escasas incursiones, de prestado–, me he topado con tal cantidad de pseudónimos soltando sandeces o brutalidades, que la impresión que he tenido es que meterse ahí equivale a entrar en contacto con demasiada gente a la que uno jamás trataría. Gente a menudo cobarde, como lo es toda aquella que a lo largo de mi vida me ha enviado anónimos, insultantes o en los que se me acusaba de delitos atroces sin que yo pudiera responder.
14 comentarios:
A mí no me gustan los anónimos. Pero no considero que un nick sea "anónimo": es como un nombre: al menos, tengo una referencia a la que asirme. Y si el nick que leo, no me gusta, no lo vuelvo a leer más...
QUE BELLO TODO LO QUE DICES, FIGUEIREDO, PERO UNA VEZ MÁS TE FALTA LA COHERENCIA, CUANDO TÚ MISMO LLEVAS CENSURANDO A ESTE HUMILDE ANÓNIMO HACE YA UN PAR DE SEMANAS, Y NUNCA HE INSULTADO A NADIE. PERO EN FÍN, ALLÁ TÚ CON TUS LECCIONES DE ÉTICA.
Unaexcusa: No sólo considero que un nick no es un anónimo sino que creo que incluso los anónimos se pueden convertir en auténticas referencias. Hay anónimos que acabas por identificar, no porque conozcas quiénes son o cómo son - la manía que tienen algunos con poner un físico a todo el mundo - sino porque del diálogo acabas por establecer lo que llamaría "conocimiento interesante". Por ejemplo, creo que lo más interesante que he conocido en los últimos meses es a alguien que firma como "queridaanónima", que no sé quién es y con quien discrepo muchísmo. Me hace dudar de mis planeamientos y eso me parece una magnífica terapia en los tiempos que corren.
Anónimo. No sé dar lecciones de ética. No creo en la censura. Sí que entiendo que, en cierta manera, soy responsable de lo que pasa por aquí. Me di cuenta el verano pasado cuando alguien usaba estos comentarios para insultar con nombres y apellidos. Yo no puedo poner un comentario en un blog y decir que tal persona es un traficante o un maltratador, ni tampoco puedo decir que es bebedor compulsivo o adúltero. Sobre todo porque no siempre hay posibilidad de defenderse o aclarar medias verdades. Así que, aconsejado, ahora modero. A lo mejor cambio: sigo teniendo más dudas que certezas.
A mi querida anómina que no me la toque nadie
Hola Figueiredo, soy la queridanónima y te doy mil gracias por la valoración de mis opiniones, para mí es importante en este momento de mi evolución. Espero morirme evolucionando, ya he pasado muchas fases. Yo considero siempre interesante tu blog, y por eso paso cuando puedo. Personalmente, considero el anonimato como imprescindible para que alguien exprese TODO lo que siente y piensa sin cortapisas y con total sinceridad. Una vez que uno tiene nombre, apellidos, cara, cuerpo, profesión y familia, está condicionado de alguna forma por su entorno para expresarse libremente. Pueden aparecer conflictos entre nuestras opiniones y nuestros intereses personales o profesionales.
La visión que los demás tienen de nosotros, sus ojos, siempre nos dan una imagen que a veces no es la real. En este caso, gracias al anonimato, Figuiredo conoce a través del blog mis opiniones y mi carácter real mucho mas en profundidad que mis compañeros de trabajo y que muchos miembros de mi familia.
Eso sí, coincido plenamente con Javier Marías en que hablar de cualquier tema con cualquiera en internet, o por la calle, es cansado, poco interesante y a veces destructivo. Como ver todas las películas o series que se hacen, o todos los libros (hay cosas infumables), no hay por qué ver, leer o escuchar cosas que no te aportan nada, y menos cosas hechas con intención destructiva o interesada. Por eso yo elijo en qué blogs entro y me gusta en esos blogs leer opiniones curiosas escritas desde el respeto personal. Por eso creo que un blog debe ser moderado, no me gusta leer insultos ni barbaridades sin sentido. Eso no es ético. Los que venimos de familias fachas sabemos bien en carne propia lo que es censura y lo que son malos tratos y no equivocamos términos (por haber experimentado desde la infancia los términos).
Bueno, pues seguiremos discrepando Figueiredo, siempre que haya tiempo. Saludos.
Como resumen de mi perfil:
En mi caso vengo de una familia ultra facha y evolucioné hacia la izquierda. Tampoco he tenido entornos politizados que me condicionaran (sólo el familiar, que era simplemente ridículo, Ibarra para ellos tenía casi cuernos y rabo), ni he estudiado una carrera de letras, así que no tengo pretensiones. Pero como sé lo que es un facha y sé que no lo soy, no tengo miedo a decir cosas que a otros, siempre educados en la izquierda, les pueden confundir. No me gusta la derecha radical ni aquella izquierda que se la coge con papel de fumar y luego practica la hipocresía. En ese sentido, puedo decir que no me gusta escuchar a todo el mundo, y no soy clasista. Eso sí, soy selectiva a estas alturas de la vida. Mis amigos tienen trabajos mucho mas sencillos que los de mis compañeros y familiares, que no entienden qué tipo de amigos tengo. Pero yo es que sólo con escuchar verdades y curiosidades me conformo, converso mas con las limpiadoras en el trabajo que con algunos señores conocidos con “mucha clase” y poco criterio que ya sabes lo te van a decir de cada tema. Con ese tipo de gente disimulo y punto, no ganas nada discutiendo con quien nunca va a entenderte. Además, la gente mas sencilla y menos contaminada suele entenderme mejor, me aporta mas y no tengo conflictos con ellos. Eso por resumir mis posturas habituales.
En otro sentido, procuro no informarme en exceso (por escandaloso que parezca), porque la información me deforma, y sé que a veces, sólo mi intuición y mi corazón me llevan hacia la verdad. Sí, soy una verdadera ingenua, normalmente sólo busco algo de verdad, y para eso suelo confrontar posiciones contrarias hasta llegar a aquella que me convence. Paso con naturalidad de ver Aida en la tele a leer a Chejov. Lo malo es que la mía no suele ser una posición preestablecida y eso me perturba. Pero ahí seguiremos. PERDÓN POR ESTE TESTAMENTO QUE HE ESCRITO. No volveré, ha sido la emoción. Saludos.
Gracias "queridanónima". Sin duda eres menos anónima que gente a la que conoces físicamente y con nombres y apellidos. Yo creo, sin embargo, que es la información lo que me permite crearme mis opiniones y que la opinión no crea opinión. Por eso prefiero informarme más de los temas y buscar opiniones que no sean de "hooligans" de mente cerrada como zorrocotrocos sino de gente ecléctica pero con criterio, aunque sea heterodoxa.
Saludos
Estamos totalmente de acuerdo, Figueiredo, información selectiva y de gente sin prejuicios como esa de la que me hablas. Esa siempre viene bien y enriquece. Saludos de la queridanónima.
El ANÓNIMO CENSURADO: Ahora quedas muy bien poniendo mi último comentario, pero ¿por qué no pusiste los tres o cuatro que te he mandado en las dos últimas semanas? No sé si lo que moderas y no pones lo guardas; yo no guardo nada pues escribo y envÃo, pero vuelvo a asegurar a todo el que esto lea que de mi boca no salió insulto alguno; y si guardas esos comentarios mios, ponlos, por favor, y se verá que no miento. Por todo ello dudo de tu coherencia, Figueiredo, y me haces pensar que no los pusiste porque quizá te recordé algunas cosillas de las que no te interesa hablar.
ahí está
Aquí la querida-anónima. Un beso a Hitos, que hace mucho que no nos leemos, y por ese comentario que le sale del corazón, como todo lo que ella dice.
Respecto al anónimo desconocido, algunas puntualizaciones. Querido Figueiredo, no te conozco en persona, ni a tus amigos o enemigos, pero hace tiempo que detecté en un comentario insidioso un inusitado rencor que me sorprendió. Deduje que tendrías que guardar tus espaldas porque alguien tenía ganas no de hablar, sino de hacer daño.
Hoy he escrito en el blog de J. Mª Lama sobre un tema que propone muy interesante, el tratado de Cipolla sobre la estupidez humana. Ignoro si la persona que aquí perturba es un malvado, es decir, alguien que quiere conseguir algo a costa de quien sea, o un estúpido, es decir, alguien que hace daño incluso sin beneficio propio. Ignoro la situación. Sea como sea, yo creo que con ese tipo de personas tóxicas no queda otra solución que alejarse e ignorarlas. Como no razonan, son imprevisibles en sus acciones dañinas, y a los razonables nos cogen siempre por sorpresa con inesperados y rastreros comportamientos.
No hay defensa posible ante un estúpido, que diría Cipolla (vaya nombre tan contundente, por acabar con humor). Sólo no verlo, ni leerlo, añadiría yo. En fin, que hagas lo que veas mas conveniente Figueiredo y sigas con tu oposición. Saludos y hasta otra.
Interesante el tratado sobre la estupidez que he leído en el blog de José Mª Lama. Yo tengo una duda.
Creo que el malvado es más peligroso que el estupido. El malvado puede ser inteligente y sobre todo tiene voluntad de dañar. El estúpido puede dañar, pero la propia estupidez hace que nos podamos defender más fácilmente, incluso aunque nos desconcierte.
Por lo demás no hay que preocuparse.
salud!
Ay, Figueiredo, al leerte yo diría que he sufrido mas daños por parte de personas que nada ganaban sino dañar. Eso es un estúpido. Soy la anónima. Estas clasificaciones sólo se entienden si se han sufrido en carne propia, así que no vamos a debatir, jaja. Del malvado te defiendes porque si uno es inteligente, puedes prever sus acciones (sólo busca su beneficio), y en consecuencia las tuyas para evitar el daño.
El estúpido toma muchos disfraces para realizar sus acciones nocivas: en el nombre de la moral, de la bondad, del partido, de la religión, de la patria, de la empesa....pero siempre es un acomplejado que desahoga frustraciones, sin ton ni son, a veces usando astutas argucias (diríamos que inteligentes, si no tuviéramos claro que siempre el verdaderamente inteligente es bueno porque busca el bien común).
Son matices complejos. No porque alguien sea estúpido creas que vas a defenderte de él, precisamente por eso no puedes, nunca sabes lo que hará, incluso usar su cerebro para dañar. Pero eso es estúpido, no inteligente. Hay gente que no ha madurado sus frustraciones internas, infantiles incluso, y se pasa la vida trasladando su daño interior hacia los demás, por el puro placer de hacerlo. Eso es un estúpido, astuto, listo, o no, eso es indiferente. Matices, matices... Saludos.
Queridanónima. Veo que los estúpidos que te has encontrado en tu hábitat son muy diferentes de los míos.
Yo es que creo que lo peor de todos son los malvados y desalmados; y de esos nunca hay un estúpido integral sino que la materia gris la tienen orientada para hacer la vida imposble en el entorno.
Podríamos quedar un día y hacer un "intercambio de estúpidos". Aunque te puedes quedar con todos los míos sin darme ningún "cromo" a cambio: he decidido abandonar la colecció-
Esa que dices fue mi gran decisión, Figueiredo, decidirme a abandonar la colección (mental y físicamente). Me costó, sobre todo cuando tienes estúpidos tan cerca, tan cerca, que no te das cuenta de que te hacen mas daño que los malvados. Pero siempre es la mejor opción, abandonar la colección. Saludos de la queridanónima.
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