Una amiga realizaba un viaje por carretera e hizo una de esas oportunas paradas que nos recomienda la Dirección General de Tráfico y la voz cansina de los modernos navegadores GPS. Entró acompañada de dos niñas de corta edad en un área de servicio que está al lado de los túneles más importantes de la región y, entre una nube de humo espesa, leyó un cartel que le indicaba que se encontraba en el área reservada a las personas que no fuman. A pocos metros había un pequeño espacio acristalado para fumadores, que estaba totalmente vacío, mientras que en la barra se agolpaban como chimeneas el resto de clientes. Mi amiga comentó al camarero esta paradójica situación, pero le respondió que no pasaba nada y que se podía fumar donde se quisiera. Poco después aparecen agentes de la autoridad uniformados y mi amiga aprovecha la ocasión para preguntarles si les parece normal lo que allí está pasando. La desoladora respuesta fue que no podían hacer nada. Esta anécdota verídica, como las que contaba Paco Gandía, nos recuerda que hace tres años se hizo una ley que a quienes tenemos el defecto de no fumar y querer respirar aire medio limpio no nos sirve para casi nada: encontrar un bar sin humo en España es tan complicado como ver un lince ibérico, desayunar o merendar en una cafetería es tarea casi imposible si no quieres salir ahumado como un salmón, por no hablar los espacios de trabajo en los que se sigue fumando porque quién se atreve a decirle a un jefe o al patrón que hay una ley 28/2005. En Extremadura se fuma hasta en las pastelerías y uno se pregunta si alguien responsable se ha dado cuenta de todo esto.
Publicado en la contraportada de EL PERIÓDICO EXTREMADURA el 16 de febrero de 2009.
8 comentarios:
Hola amigo:
Hoy dice el ministro de Sanidad que se va a prohibir fumar en todos los locales públicos. Espero que no solamente se legisle, sino que se haga cumplir lo legislado. En esta España aún entre el dicho y el hecho sigue habiendo un trecho, un enorme trecho.
Recibe un abrazote amigo.
yo soy fumadora y pienso que mas que leyes lo que debemos tener es respeto por el prójimo, procura fumar donde se que a nadie le molesta.
Un saludo maricarmen
Javier. Estoy deseando esa norma. En Irlanda ha funcionado y ahora los propios fumadores dicen que es una gozada pasar una tarde-noche en el pub y que al llegar a casa no te piquen los ojos, no te huela el pelo, no te apeste la ropa, etc
¡Qué difícil es lo que dices Mari Carmen! Desayuno en el único bar de Mérida sin humo y hoy he tenido que mandar apagar los cigarros a DOS PERSONAS, que no eran habituales del bar y que no podían dar crédito a algo tan insólito: ¡¡¡UN BAR SIN HUMO!!!!
Yo voy con niños a pastelerías a que se tomen un Cola-cao con un bollo.... Y DEJAN FUMAR!!!!!!
Te aseguro que ser asmático en este país es una complicación para llevar una vida normal.
SAludos.
Es un problema de conciencia de cada ciudadano donde algunos olvidan el respeto a los demás y el cumplimiento de leyes.
Yo no fumo pero vivo rodeada de fumadores, siempre me han respetado, pero es un rollo llegar a casa oliendo a tabaco, tienes que lavar la ropa y el pelo cómo nos huele el pelo, es asqueroso.
Yo les digo no os dais cuenta, además de dañino es repugnante el olor que te impregna.
Saludos. Nieves.
Nieves,
es cierto que no se dan cuenta. Yo soy buen ejemplo. Dejé el tabaco hace cuatro años, cuando fumaba dos cajetillas diarias, es decir: 40 cigarros al día, que se dice pronto. Y te aseguro que no era consciente del olor repulsivo del tabaco. Empecé a notarlo un par de semanas después de dejarlo, y la verdad es que le he cogido tanta manía que estoy por llenar de carteles los pisos de mi bloque porque hay quien se dedica a fumar cuando sube al ascensor y yo soy capaz de olerlo impregnado en mi ropa dos horas más tarde...
Es triste pero cierto. La legislación en España parece ser que es orientativa y no de obligado cumplimiento. Nuestros lideres presumen de que somos un país europeo, pero realmente vivimos en una república bananera.
A los no fumadores solo nos queda quejarnos, denunciar y exigir el cumplimiento de nuestros derechos.
¿Por qué se fuma? ¿Por qué se sigue fumando?
Yo creo que el problema es porque no nos organizamos. Un 24% de la población adulta fuma y un 76% no. Simplemente con que uno de cada tres no fumadores nos organizáramos y fuéramos entrando por los bares y preguntando desde la puerta
-¿Aquí dejáis fumar?
Y como en casi todos te dirán que sí, pues respondemos:
-Entonces me voy a otro.
Los fumadores lo hicieron y consiguieron que algunos pocos locales se echaran atrás, De todos modos, lo mejor es una ley como en Italia, Francia o incluso Portugal. Hoy he estado en Portugal, sin humos. Una maravilla
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