04 abril, 2009

Un experimento

Realmente curioso. Ahora entenderán que a uno le parezca muy bien que la gente se meta en vena lo que le de la gana, pero que pida respeto para que no le prendan fuego a los cilindros blancos en espacios públicos comunes y cerrados. 

Y que las autoridades den ejemplo.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Ahhhhhhhhh qué asqueroso, menos mal que vivo en una casa en que nadie fuma y no frecuento mucho los bares

Puntos de vista y ... nada más dijo...

Son sólo dos cartones. Lo que consume al mes un fumador normal.

Paco Centeno dijo...

Esos 400 cigarros me los fumaba yo en 10 días justo antes de dejarlo. Eso negro me lo metía yo en mis pulmones.
Eso "negro" lo enviaba yo a mi entorno, a mis hijas, a mi mujer,a mis amigos.
Cada día estoy más contento de haberlo dejado.
Cada día me cuesta más dejar los 30 kilos que cogí.
Un saludo

Puntos de vista y ... nada más dijo...

A mi también me sobran 30 kilos y no puedo achacarlos a haber dejado de fumar. Lo mío es peor.

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