17 mayo, 2010

Lo obvio y lo fácil





Puestos a recortar gastos se puede optar por lo obvio o por lo fácil. Lo obvio sería el llamado cheque-bebé, que siempre consideré un gran error. No tanto porque me pareciera un dispendio en época de arcas públicas saneadas, sino por lo injustificable de una medida en un planeta sin problemas de despoblación. Además, era una ayuda que se hacía en dinero contante y sonante en lugar de hacerse por medio de servicios, y tenía un carácter universal que permitía que el duodécimo hijo de un notario y una farmacéutica, pertenecientes a una prolífica secta religiosa, recibieran 2500 euros salidos de la caja común. Así que me parece muy bien que se recorte este gasto absolutamente prescindible, y hubiera sido más productivo y generador de más empleo si lo derrochado en estos cheques se hubiera invertido en mejorar la red de guarderías públicas.

El asunto del 5% es un poco más complicado. El otro día hablaban unos trabajadores públicos indignados por la bajada de salarios y alguien les sugirió que se pidieran una excedencia de un par de años, buscaran un trabajo mejor remunerado, y volvieran pasada la crisis con sus bolsillos intactos. A nadie le pareció una buena idea, con lo que se deduce que se prefiere la seguridad, a pesar de las rebajas salariales, antes que sumergirse en el oscuro mundo de los expedientes de regulación, las horas extraordinarias no pagadas y las arbitrariedades e injusticias del patrón de turno. Como argumento de abogado del diablo puede pasar, pero me temo que la tijera a las nóminas de los trabajadores públicos era lo más fácil. Y no siempre lo más fácil es lo más justo

3 comentarios:

Marikiya dijo...

Estoy indignada con este tema.
En realidad, como los funcionarios tienen esa fama tan negativa, no se ha visto tan mal que se reduzca un 5% de media sus salarios. Pero, a esta gente, les recuerdo que no fueron los trabajadores, ni los funcionarios los que nos metieron en la crisis. Y por tanto, no es justo que paguen ellos. Los que nos metieron en la crisis fueron los bancos y parece que nadie los mira. Les dejamos dinero y aún no nos lo han devuelto. ¿Por qué nadie les dice nada?

Y otra cosa, a Rajoy con lo de meter mano a RTVE. ¿Por qué no se mete mano a él mismo, a Gurtel, a Correa y nos devuelve a los ciudadanos lo que es nuestro?

Puntos de vista y ... nada más dijo...

Pues me temo que somos demasiado fáciles (¿o habría que decir facilones?) y por eso van a por nosotros. Si tuviéramos la misma capacidad de amenazar a un gobierno que tienen, por ejemplo, esos ejecutivos de las empresas del IBEX 35 (que ninguno cobra menos de 1.000.000 de euros)nadie se atrevería a tocarnos ni un pelo. Pero sí, la clase trabajadora es un colectivo facilón.

funcionario recortado dijo...

La clase trabajadora es un colectivo facilón y además torpe, porque llevamos varios años viviendo en el espejismo de que todos somos ya burgueses: piso en al ciudad y casa en el campo, coches todoterrenos, vacaciones en la playa, puentes en la nieve, etc, y todo ello a base de créditos y dinero negro y cuando ha llegado Paco=Zapatero con las rebajas nos cagamos por la patilla.

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