Pero algo es diferente porque, lejos de los que alborotan por casi nada, sí que existen jóvenes organizados en busca de su dignidad, investigadores que reclaman tener seguridad social, manifestaciones pacíficas reclamando un techo o un sinfín de cooperantes y solidarios. Otra cosa es que apenas encuentren hueco en los telediarios o en las portadas de los periódicos entre infantas y tonadilleras. Sólo nos llaman la atención y nos escandalizan cuando vuelcan contenedores y se les ignora cuando reclaman un lugar en un mundo más justo. Mayo será siempre recordado como un luminoso escenario para las revueltas de juventud aunque, como este año, empiece lluvioso.
Publicado en EL PERIÓDICO DE EXTREMADURA el 7 de mayo de 2007, justo el día siguiente a la victoria electoral de Sarkozy, un tipo que dará que hablar y que llega queriendo arrasar los logros de Mayo de 1968. En principio ya ha conseguido que una mujer no alcance la presidencia de la República. Ahora sólo nos queda ver como la liberté, egalité et fraternité se convierten en desigualdad, seguridad y racismo. Ojalá me equivoque pero quien se ha llevado los votos de Le Pen tendrá que hacer oncesiones a su electorado
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