La pasión por el ruido es algo que uno no puede entender y que sólo se explica viendo el apego que otros seres vivos tienen por cosas aparentemente desagradables, como es el caso de los cerdos y sus propias porquerías. ¿Se han fijado que en los restaurantes extranjeros se puede cenar sin dar gritos? A veces se pierde toda esperanza de que esto cambie y en ocasiones vemos luces de esperanza, como el cierre de un local en Badajoz contra el que los vecinos habían desplegado una gigantesca pancarta. Hubo quien, en un primer momento, se planteó antes la legalidad de la pancarta que la del local mal insonorizado que perturbaba el descanso de la gente. A veces uno se pregunta por qué razón necesita la gente tanto ruido para divertirse: ¿Será para ocultar que no tienen nada que decir? http://javierfigueiredo.blogspot.com
Publicado en EL PERIÓDICO EXTREMADURA el 13 de agosto de 2007
2 comentarios:
...não façam caso da inglesa, pobre povo inglês que não se saba divertir...
...não fiquem em casa a ouvir o barulho dos outros, saiam e divirtam-se!!!!
Vejo que em Portugal também há quem gosta de incomodar
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