Hoy me he encontrado con este artilugio. Es una maquina, conducida por personas que consta de un poderoso cañón por el que se disparan enormes proyectiles. Se usa en las guerras y mata a gente. Los que exponen la máquina lo cuentan de otra forma y dicen que es un elemento para misiones humanitarias.
Lo primero es poner las cosa claras. Una labor humanitaria es la que hace Médicos sin fronteras en Somalia y no llevan artilugios como este sino medicinas y material médico. O Intermón-Oxfam, que lleva años haciendo las cosas bastante bien, no como otras ONG's.
El caso es que me la he econtrado en un espacio recreativo y educativo para los niños y jóvenes. Ya sé que a muchos os parece maravilloso todo esto, pero no puedo evitar sacar el insumiso que se lleva dentro y el pacifista a ultranza. Sigo creyendo que la violencia se aprende y que quitarle importancia es gravísimo. No sólo tenemos esta demostración armamentística de Iberocio, sino que aún es peor el asunto de los videojuegos: Recomiendo que os deis un paseo por este enlace de Amnistía Internacional.
El caso es que se me ha acercado un periodista de televisión y me ha dicho amablemente si podía responder a unas preguntas. Le he dicho que sí y le he contado que había llevado allí a mis hijos y que habían hecho cosas diferentes e interesantes. Al final he mecionado el asunto del tanque. La mirada entre el cámara y el redactor me lo decía todo. (Le había estropeado un "total" magnífico).
Así que le dije que no se preocupara y que cortara el final. Como no podía ser, acabé por repetirle todo sin el remate antibelicista. No sé por qué lo hice. Quizá porque veía a un redactor joven preocupado sobre la procedencia o no de algo "políticamente incorrecto" y pensé: ¿Para qué meter en un jaleo a este hombre? Si pone mi frase él teme llevarse una reprimenda; y si no la pone va a quedar como un censor. La conclusión creo que ha sido peor: AUTOCENSURA. Yo estoy seguro de que sus jefes no iban a ser tan torpes de abroncarle por una frase antibelicista, pero por si acaso optamos por no salirnos del redil. En otra época me habría plantado y le habría dicho: "Si no te gusta lo que he dicho, no lo pongas". Hoy, gracias a que tenemos otras formas de comunicar como este blog, he actuado así y vengo aquí a desahogarme. Pero me preocupa que sigamos teniendo cierto miedo a la libertad de pensamiento. No estaría de más que los responsables de los medios les dijeran a los periodistas que existe libertad y que se puede usar. Pero claro, luego te viene el concejal que le dice al director del medio que aparte a tal redactora de la información municipal (porque no le gusta lo que escribe) y el director del medio agacha la cabeza porque sabe que es mejor estar con el poder que contra él. ¿Cuántas cosas quedaron sin tratar en aquel curso sobre PRENSA y PODER
Por cierto, que las armas ocupan casi un 25% de espacio de Iberocio (¡Vaya tela!)
Lo primero es poner las cosa claras. Una labor humanitaria es la que hace Médicos sin fronteras en Somalia y no llevan artilugios como este sino medicinas y material médico. O Intermón-Oxfam, que lleva años haciendo las cosas bastante bien, no como otras ONG's.
El caso es que me la he econtrado en un espacio recreativo y educativo para los niños y jóvenes. Ya sé que a muchos os parece maravilloso todo esto, pero no puedo evitar sacar el insumiso que se lleva dentro y el pacifista a ultranza. Sigo creyendo que la violencia se aprende y que quitarle importancia es gravísimo. No sólo tenemos esta demostración armamentística de Iberocio, sino que aún es peor el asunto de los videojuegos: Recomiendo que os deis un paseo por este enlace de Amnistía Internacional.
El caso es que se me ha acercado un periodista de televisión y me ha dicho amablemente si podía responder a unas preguntas. Le he dicho que sí y le he contado que había llevado allí a mis hijos y que habían hecho cosas diferentes e interesantes. Al final he mecionado el asunto del tanque. La mirada entre el cámara y el redactor me lo decía todo. (Le había estropeado un "total" magnífico).
Así que le dije que no se preocupara y que cortara el final. Como no podía ser, acabé por repetirle todo sin el remate antibelicista. No sé por qué lo hice. Quizá porque veía a un redactor joven preocupado sobre la procedencia o no de algo "políticamente incorrecto" y pensé: ¿Para qué meter en un jaleo a este hombre? Si pone mi frase él teme llevarse una reprimenda; y si no la pone va a quedar como un censor. La conclusión creo que ha sido peor: AUTOCENSURA. Yo estoy seguro de que sus jefes no iban a ser tan torpes de abroncarle por una frase antibelicista, pero por si acaso optamos por no salirnos del redil. En otra época me habría plantado y le habría dicho: "Si no te gusta lo que he dicho, no lo pongas". Hoy, gracias a que tenemos otras formas de comunicar como este blog, he actuado así y vengo aquí a desahogarme. Pero me preocupa que sigamos teniendo cierto miedo a la libertad de pensamiento. No estaría de más que los responsables de los medios les dijeran a los periodistas que existe libertad y que se puede usar. Pero claro, luego te viene el concejal que le dice al director del medio que aparte a tal redactora de la información municipal (porque no le gusta lo que escribe) y el director del medio agacha la cabeza porque sabe que es mejor estar con el poder que contra él. ¿Cuántas cosas quedaron sin tratar en aquel curso sobre PRENSA y PODER
Por cierto, que las armas ocupan casi un 25% de espacio de Iberocio (¡Vaya tela!)
2 comentarios:
La anónima suscribe todo lo que aquí has escrito. Respecto a la censura, opino que no se ha avanzado mucho, todo es pura hipocresía pues los medios están en manos de unos pocos y cuando compras cada periódico en general ya sabes qué vas a leer sobre cada tema. Los que escriben o se dedican a cualquier tipo de expresión pública tienen que comer, obviamente no pueden hacer otra cosa, no tienen opciones, luego no hay tal LIBERTAD MUCHAS VECES. Y si quieren apoyar a quien luche por un tema, han de pasar por el aro en otros. Pero vaya, esto es en periódicos, en empresas públicas y privadas, y en general en todas partes. Como te opongas y te boicoteen, vas listo. Ya he visto de cerca pagar caro laboralmente la libertad de expresión o de acción.
Igual ocurre con las expresiones artísticas, o están subvencionadas, y por tanto condicionadas, o son esclavas de la opinión pública, cuyos gustos mayoritarios mas refinados son "El código Da Vinci" o las "escenas de matrimonio" de José Luis Moreno (que conste que yo a este hombre aunque siempre lo critiqué nunca le deseé ningún mal). Bueno, saludos de la anónima. Gracias por pensar y por expresarte con un nombre. Ya es mas de lo que la mayoría hace.
Hoy, cuando he vista la noticia sobre Iberocio en Telextremadura me he acordado de ti, que ya habías escrito sobre esto el año pasado. Suscribo lo que dices, pero yo probablemente le habría soltado un mitin antimilitar y me habría quedado agusto, aunque no lo emitieran.
Por cierto, anónima, hazte una cuenta, mujer!!
(ah!, ya habilité los comentarios para anónimos en mi blog)
Publicar un comentario