07 agosto, 2008

Tres historias que enseñan cosas para la vida

En este vídeo -que podemos ver en dos partes- se resumen tres historias interesantes para la vida. Curioso e interesante. Son trece minutos, pero merece la pena perderlos (yo diría ganarlos).



4 comentarios:

Anónimo dijo...

Buen discurso. Este subgénero del discurso ceremonial -que yo sólo conocía porque no hay película americana sobre jóvenes sin la típica secuencia de la cremonia de graduación, etc.- es preferible al eqiparable, aburrido y siempre laudatorio pregón nacional, utilizado en nuestro país, bajo cualquier pretexto, para alabar algo o a alguien.

Eso sí, hubiera preferido que lo pronunciara otra persona, no el prototípico luchador-hecho-a-sí-mismo-que-siempre-triunfa, tan norteamericano él, al que sin duda le resulta más fácil mantener esa recomendable y heroica postura ante la vida y ante la muerte.

Gracias por el vídeo.

Saludos.

Puntos de vista y ... nada más dijo...

El sueño americano es un fraude, es el cuponazo que nos venden para que creamos que los pobres del mundo podrán abandonar su miseria. Si no hubiera uno o dos que lo logran, los sin nada se levantarían. Asi, con un par de ejemplos, se les dice a los pobres que intenten buscar su salida personal a la pobreza pero que no jodan el sistema porque los pobres son necesarios para que existan los muy ricos.

La verdad es que no me ha gustado tanto por su apología del sueño americano sino por otras cosas.

La primera por ir a una Universidad (de las importantes) y vanagloriarse de no tener ni un título, algo que me parece saludable. Valoramos a las gentes por sus títulos cuando hay cosas mucho más importantes. Incluso se puede saber más sin títulos que con ellos. Además, es una llamada de atención: necesitamos más reparadores de aire acondicionado que periodistas o filólogos, pero nadie quiere que su hijo se quede sin título en la pared para enseñar a las vecinas y parientes lejanos.

También me llamó la atención que en su breve paso por la Universidad fuera a las clases interesantes y pasara de las demás. (Es un consejo que yo seguiría dando).

Y por último, me pareció interesante que se ponga en valor (me acabo de enterar de que las expresión es correcta en castellano) la imaginación y cierto grado de locura sobre el academicismo rancio, mi enemigo público del año 2008.

Saludos

Hitos dijo...

Pues a mi lo que me resulta chocante de la historia es que se adopten niños a la carta ¿alguien echaría a la basura un hijo recien parido por no ser del sexo deseado? ¿renegaríamos de nuestros padres por no tener la formación adecuada?

Anónimo dijo...

Es cierto, hitos, no sé si será un mito pero siempre se ha dicho que la sociedad americana antepone lo "práctico" a cualquier otra cosa.

Que tengo ya un niño y quiero la parejita, pues adopto una niña y así no me equivoco. Aquí en nuestra tierra el mismo caso puede convertirse en una familia numerosa: se empeñan en la niña y acaban coleccionando niños. Caso contrario: que tengo que dar un niño en adopción (antes lo quería y ya no me apetece); se lo entrego a la familia que más me guste. Un par de licenciados por ejemplo, que me hace ilusión (y hasta es posible que lo paguen mejor). En nuestro país por el contrario, una madre que abandona a su hijo está tan perturbada que acaba dejándolo en la puerta de un convento, sin más.

Sentido práctico que para mí no quiero...

Saludos

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