03 noviembre, 2008

Barack Obama


Los fabricantes de chistes malos han puesto en circulación uno de sus peores productos, uno que cuenta que nuestra región tendrá un lugar predominante en el mundo gracias al parecido entre Barack Obama y Fernandez Varak. Sin embargo, lo que deciden mañana los ciudadanos de Estados Unidos puede convertirse en un chiste de pésimo gusto si, por un casual, McCain y Palin se hacen con los mandos de ese país y pasan a manejar los hilos del planeta. En Europa nos hemos lanzado, quizá precipitadamente, a vender la piel del oso antes de cazarlo, a creer que el senador por Illinois le va a dar la vuelta al sistema, y que tras él llegará un nuevo orden mundial más justo y humano. Hay algunos síntomas que permiten albergar la esperanza de que, por primera vez, alguien con un discurso ligeramente de centro-izquierda puede llegar a ocupar la Casa Blanca. En el caso de que mañana ganase Obama – yo no me lo creeré hasta que lo vea jurar el cargo en enero – no deberíamos esperar cambios radicales ni transformaciones profundas. Algo de eso ya saben en Brasil, donde más que conseguir que un sindicalista llegara al poder, fue el Poder el que se apoderó de Lula da Silva. A uno le cuesta creer que el Poder auténtico, el que se escribe con mayúsculas, vaya a permitir que las urnas cambien las normas de este juego de cartas marcadas y lleno de tramposos y faroleros. Pero que gane las elecciones un afro-americano, que nació sólo seis años después de que Rosa Parks se negara a cederle su sitio a un blanco, sería algo más serio que un chiste malo: sería casi un sueño, como el que un día tuvo Martin L. King.

3 comentarios:

Sara dijo...

Cuando razón tienes, amigo. Se podría explicar más alto,e incluso más claro, pero no mejor.
Besos,
S.

Puntos de vista y ... nada más dijo...

No sé si pasado mañana pensaré otra cosa. Lo que espero, de verdad, es no haber depositado esperanzas en alguien que luego me defraude.

Gracias por tus comentarios. le dan vida a esto que llaman blog

Besos

Hitos dijo...

También esperaré al 20 de enero, aun me acuerdo de la que se lió hasta que salió Bus (no se como se escribe y no tengo gana de buscarlo ahora).

Primero que salga Obama
Segundo que cambie algo

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