10 noviembre, 2008

Mr. Favreau


El pasado miércoles, a las seis de la mañana, mientras veía en directo el discurso del presidente electo de los Estados Unidos, me paré a pensar si esas palabras las habría escrito el propio Obama unas semanas antes, o si serían el producto de una de esas sesiones maratonianas, con lluvia de ideas y un fondo de rascacielos, en la que asesores con corbata y experimentados miembros de su equipo quitaban y ponían comas. Poco después empezó a ganar consistencia la noticia de que era un señor apellidado Favreau,  a quien llaman el joven Favs por su insultante edad de 27 años, el encargado de escribir las palabras que cautivan a medio mundo. A poco que se investigue, se averigua que ya en enero hablaba de él la más prestigiosa prensa mundial y a uno le entra la duda de si tanta admiración colectiva debería dirigirse hacia Obama o hacia quien está detrás de las bambalinas. Luego te cuentan que son muchos los políticos que se aprenden discursos que elaboran otros, pero es algo que uno no acaba de creerse. Cuesta imaginar que las intervenciones entrecortadas con chascarrillos del alcalde de Badajoz, las sandeces de Berlusconi o el exabrupto insultante de Sarkozy a un ciudadano, sean fruto de un trabajo que se paga y que cotiza a la seguridad social. Sea como sea, deberíamos preguntarnos si llegará un día en el que nos gobierne un robot con  las palabras del mejor escritor, los gestos del mejor actor y la cabeza del mejor Premio Nobel. Ese sí que sería un día histórico, y no el otro día. De momento nos quedamos con una paradoja más: llega un negro a la Casa Blanca y resulta que su negro literario es un blanco.

Photograph: Jacob Silberberg for The New York Times

Publicado en la contraportada de EL PERIÓDICO EXTREMADURA el 10 de noviembre de 2008

14 comentarios:

Anónimo dijo...

No conozco a ningún político que escriba sus propios discursos. Todo lo más, añadirá algún latiguillo de su cosecha pero el cuerpo general es el producto del magín de sus asesores. Eso es así en todos los casos que conozco, que son algunos. Más aún, te diré que durante un tiempo yo escribí los artículos que firmaba un ministro, las entrevistas que respondía y los discursos que pronunciaba. Sin que se nos hayan caido los anillos ni a él ni a mí.

Puntos de vista y ... nada más dijo...

Pues yo sí conozco a quienes los hacen sin escribirlos, (muy pocos). Es un trabajo dignísimo. de hecho, creo que hay muy pocos trabajos indignos. En el caso de Obama hay algo añadido: se ha labrado una fama y un nombre gracias a sus discursos. Personalmente me gusta que se sepa quién se los escribe, de la misma manera que me gustaría saber quién era ese ministro a quien ponías voz.

Gracias por el comentario

Anónimo dijo...

¿Crees de verdad que la fama de Obama se debe EXCLUSIVAMENTE a sus discursos?
Para mí que algo ha tenido que ver el hartazgo de Bush, amén de otras circunstancias.
De acuerdo, Obama tiene un discurso atractivo, quizá más que por lo que dice por la FORMA que lo dice. Pero no sé si hay que reprocharle que el mensaje no sea exclusivamente suyo. De hecho, creo que cualquiera estará de acuerdo en que las medidas económicas que ha propuesto o vaya a proponer no serán sólo de su coleto, algo habrán intervenido sus asesores, que no en balde tiene lo mejor de cada casa en las respectivas materias. Nadie es lo suficientemente docto - ni siquiera el emperador de las USAS - para tener las recetas óptimas sobre todos los asuntos públicos. No voy a decirte para qué ministro escribí, no porque me parezca mal haberlo hecho, sino porque me parece que lo normal es que lo dijera él, no yo. A mí ya me pagaron por mi trabajo. Pero, sin que crea que es el mejor momento de mi vida, tengo que admitir que aquella fue una buena etapa porque me permitió poner en su boca palabras y conceptos que, quizá, a él no se le hubieran ocurrido. Y creo que no estuvo mal.
Por otra parte, yo también creo que, excepto que uno haga lo contrario de lo que piensa, hay muy pocos trabajos indignos.

Puntos de vista y ... nada más dijo...

Un par de cosas, milano

No pretendía que me dijeras, y menos en público, para quién escribiste discursos. Era una petición retórica.

Obviamente, Obama no gana por los discursos: gana porque es el candidato que mejor representa la posibilidad de cambiar.

Reconozco que un político no debe saber de todo, de la misma forma que un chef no debe ser el que pele las patatas para hacer una deconstrucción de tortilla. Los asesores son muy necesarios, pero creo que el chef tiene que saber usar los ingredientes y representarlos sin papeles por medio.

Me preocupa que un discurso perfecto prometa una mascota para las niñas del candidato cuando una de ellas es alérgica. Es una anécdota, pero no puedo evitar pensar que Obama es ahora, para mí, más increíble que antes, cuando creía que era autor de sus discursos.

Y otra cosa:

He conocido políticos que NUNCA han leído discurso. Que se han servido de la tarea de sus asesores (pinches de cocina) pero son ellos quienes han elaborado el discurso (plato). Sí, se puede .... y se debiera


Salud!

Anónimo dijo...

Dos cuestiones. La democracia USA es la que es y no hay que darle más vueltas. Por la misma razón, los políticos son lo que son y como son. Para empezar, dependen absolutamente de los fondos que les suministran y a esos donantes sirve su política. El margen de maniobra es escasísimo porque conocen que en cuanto se desvíen del discurso conveniente huirían las ayudas y, con ellas, las posibilidades de elección.
A propósito, observa que un porcentaje considerable de los fondos le han llegado a Obama de los bancos y aseguradoras, lo que indica por dónde irá su política.
En lo que se refiere a escenas tiernas y composiciones idílicas ¿Hay que recordar donde nació el show business?
Estoy de acuerdo en cuanto a la responsabilidad del discurso. Uno debería saber lo que dice y decir lo que sabe. Pero eso nos llevaría a un análisis sobre la política como espectáculo y la condición de los políticos como personajes que no sé si era el objeto de tu comentario.

Puntos de vista y ... nada más dijo...

En un año sabremos si Obama es un producto avanzado del Show bussines, veremos si puede más su discurso que sus mecenas. La política al uso era espectáculo, pero Obama nos lo venden como cambio, Ya veremos

Anónimo dijo...

El milano que pasa proyecta la sombra de un Blak Hawk, si me he fijado bien.
"Los políticos son lo que son... y no hay que darle más vueltas". La frase es de un cinismo repelente. Me recuerda a una escena de La chaqueta metálica en la que un oficial marine dispara desde un helicóptero a los civiles "amarillos" que huyen de un poblado. Hace un inciso, mira a la cámara y dice sonriendo: -Qué puta es la guerra. Y luego sigue disparando.

Sara dijo...

Javier,
yo soy otra de la que ha escrito a alguien lo que tenía que decir y contestar ante determinadas circunstancias. Unas veces con mejor fotuna que otras, pero creéme, tanto el que escribe como el que declama están en la misma línea, en el mismo barco y comparten las mismas ideas. La diferencia es que unos sabemos expresarlas "bonito" y los otros tienen suficiente nervio como para soltarlos en público. Lo importante, a mi juicio, es la verdadera convicción de lo que se dice, y especialmente creer que se puede hacer, que vas a intentar hacer aquello por lo que te comprometiste.
"Cuando el milano pasa" ha dicho que los políticos son como son, y sí, entre otras cosas, los políticos, al menos los que yo conozco, renuncian a muchísimas cosas por servirnos a todos. A veces se equivocan, a veces se dejan cegar por la luz de los focos, pero siempre, encima o tras el escenario, son personas muy comprometidas.
Besos,
S.

Puntos de vista y ... nada más dijo...

Sara,

hace muchos años, 12 exactamente, alguien publicó con su nombre algo que había escrito, modificándolo de tal manera que dijo lo contrario de lo que había querido decir.

Me alegro que tengas tanta confianza en la clase política. Mi confianza está más restringida a casos concretos, muy concretos.

Lo de las renuncias siempre me ha hecho gracia. Renuncia quien quiere. A nadie se le pide que sea un héore. Me gustaría ver más autencididad y menos publicidad. Pero creo que pido demasiado.

Besos

Ruth dijo...

Bueno que decir, lamentable aunque no se yo, deberíamos saber si lo que este chico le ha escrito a Obama, es consecuente con los hechos que puedan hacerse en Estados Unidos, ese cambio tan necesario que necesita ese país para seguir hacia adelante y soventar todo aquello que no funciona, que no es poco.
Como dice el dicho, paciencia que no es poco. De la misma manera que espero y confio que haya hechos que devuelvan alegria, paz y tranquilidad a los habitantes de ese estado, porque se lo merecen y lo necesitan en gran manera.
Un abrazote y buena reflexion.

Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...

Perdón, se ha debido quedar enganchado el clic

Puntos de vista y ... nada más dijo...

No te preocupes "cuandopasaelmilano", el problema es que borrando las intervenciones repetidas he eliminado el original. Para que no parezca censura, lo pego aquí.


Constatar un hecho no es cinismo, es realismo. Los políticos USA son así, parte de un sistema que es la quintaesencia del capitalismo, dependen de los fondos que les proporcionan los donantes. Y como quienes tienen fondos son los poderosos e influyentes, sus políticas tienden a favorecerlos. Unos más descaradamente que otros, pero todos.
La constatación de esa realidad no implica complacencia. Personalmente, no me gusta nada ese estado de cosas ni me entusiasma el capitalismo salvaje pero eso no me impide ver que sea salvaje.
En cuanto a cómo son los políticos USA, ahí está esa galería de hombres geniales formada por el grand intelectual Ronald Reagan, el virtuoso Richard Nixon, el ingenioso y honesto George W. Bush, que explica la invasión de un país como Irak porque su presidente anteriormente desairó a su daddy.
Vamos, una joyería gloriosa.

Sara dijo...

Javier,
está claro que no están obligados, pero podríamos discutir si son o no necesarios...
Besos,
S.

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