Este es el texto de una carta a un diario regional. ¡Qué cabrones son los niños que obligan al rey a una postura incómoda! ¡Deberían darles cuatro palmetazos y un par de hostias!
En Educación para la ciudadanía debería explicarse que, al contrario de lo que sucedía bajo el fascismo, que había que rendir pleitesía al poder, en democracia somos todos iguales y el respeto se demuestra siendo tolerante no preocupándose por estupideces. En cualquier caso, los niños antes que los monarcas ( ¿o no?).
En un periódico de 'tirada nacional', veo una fotografía que ilustra un artículo en la que aparece S. M. el Rey Don Juan Carlos saludando en su primer día de clase a unos escolares de un colegio de Cantabria, un gesto que le dignifica como Monarca. Sin embargo hay un detalle en la fotografía que no encaja con el concepto que yo tengo de la educación, o será que ya me estoy haciendo vieja y estoy desfasada. En casa y en el colegio siempre nos han enseñado que cuando entrase una persona mayor sea quien sea lo correcto es ponerse de pie y saludar. En este caso 'ese sea quien sea' ha sido S. M. el Rey. Hubiera sido un bonito y educativo gesto que estos escolares no tan pequeños (que por cierto estaban sentados en el suelo), si alguien les hubiera enseñado, hubieran recibido al Rey poniéndose de pie. Además de ofrecer una buena imagen en la fotografía hubieran impedido que el Monarca adoptara una incómoda posición que nada le favorecía. A su vez los escolares hubieran aprendido el comportamiento que hay que tener ante las personas mayores, pero que en este caso se trataba del Rey de España. Pido perdón a los que han abolido estas normas de cortesía y como veo que están desapareciendo espero que ahora que los niños/as van a recibir 'Educación para la ciudadanía' recuperen algunas de ellas.
5 comentarios:
.. me he quedado muda ¿¿cómo se puede ser tan.. tan.... CAFRE??? Qué fuerte que hoy en día se pueda escribir una carta como ésta!!
Saludos.
Lo peor de todo no es la carta de la señora. Lo peor es que esa postura de los niños, sentados inocentemente en el suelo con cara de no saber de qué va la historia, es probablemente una orden del jefe de prensa para que "la imagen sea idílica":
El Rey, ese gran hombre (no lo digo por la altura, obviamente), bajándose de su gran trono dorado, "rompiendo en protocolo" (esta frase en la que caemos todos los propagandistas me encanta) saluda a un grupo de niños en su primer día de cole...
Estoy deseando leer un ensayo que se titule "La realidad y los jefes de prensa: diferencias y coincidencias"
Lo que a mí más me escama del fragmento que reproduces es que refleja la perversión a la que ha sido sometido de un tiempo a esta parte el término "ciudadano". ¡Qué fue de aquel significado que lo relacionaba con la particpación activa en los asuntos de la polis! Lo subyace en el texto de esta señora es un concepto de ciudadanía interesadamente descafeinado, que, por desgracia, está muy generalizado. Los comportamientos "ciudadanos" son hoy en día poco más que unas cuantas directrices sobre buenos modales y corrección política. Si a esta devaluación apestosa del concepto le sumamos una pizca de afán por lamer convenientemente un trasero real, tendremos sentencias como la de esta señora. El problema es que seguramente muchos miles de "ciudadanos" suscribirían hoy una opinión como ésta. Así nos va.
Publicar un comentario