Una
cosa es que todos habitemos el mismo planeta y otra bien distinta que vivamos
en el mismo mundo. Solamente así podemos explicarnos que haya personas con la
que compartimos ciudad, región, país o continente y tengan una percepción de la
realidad tan diametralmente diferente. Un diputado apellidado Collarte, que las pasa canutas con 5100 euros al mes de sueldo, podría ser uno de esos ejemplos de ser humano ajeno a
la realidad del común de los mortales. Tampoco es el primero, porque ya hace
unos años que Esperanza Aguirre nos
contaba que le era difícil llegar a fin de mes con 5825 euros netos cada
treinta días. Y es que cuando subes de nivel de vida se te acumulan gastos que
no puedes recortar. Una vez que sabes lo que es vivir en el lujo y la
ostentación, no te queda más remedio que seguir comiendo a 60 euracos el menú y llevando colgados
bolsos que valen más que el sueldo de tres maestros. Algo parecido les debe
pasar a esos 63 diputados que cobran 1800 euros extras por desplazamiento
aunque poseen viviendas en la capital del reino. Paradojas de la vida: los
mismos que deciden y aprueban cuánto se van a gastar ellos mismos en
alojamiento creen que una familia puede vivir con un cuarto de esa cantidad
para todo. ¿A qué está están esperando las televisiones para grabar un reallity con diez diputados
sobreviviendo con 400 euros en Madrid? No cabe duda de que sería muy
clarificador y que pondríamos a cada uno en su sitio. Mientras Collarte y
Aguirre las pasan canutas se extiende cada vez más el número de personas que
las pasa de otra manera mucho más cruel. Y rima con canutas.
Publicado en la contraportada de EL PERIÓDICO EXTREMADURA el 3 de septiembre de 2012.
* La imagen procede de la repercusión de la noticia en prensa extranjera. En este caso, en la edición digital del diario italiano La Repubblica.
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