Eduardo Lourenço
es quizá el más prestigioso intelectual y ensayista de Portugal, un pensador al
que siempre se tiene en cuenta, a quien se respeta y que es unánimemente
admirado. Con el nombre de este insigne escritor se instituyó hace una década
un premio que
otorga el Centro de Estudios Ibéricos de la
localidad portuguesa de Guarda, y que pretende galardonar a aquellas personas o
instituciones que han tenido una trayectoria relevante en el ámbito de la
cultura, la cooperación y el conocimiento de los países ibéricos. Insignes
personalidades han ido recibiendo este premio desde su creación y en
Extremadura ya tuvimos la suerte de que el querido Ángel
Campos Pámpano lo recibiera en 2008, aunque el
destino le impidió
ir a recogerlo. Los que hemos hecho de nuestra vida y de nuestro trabajo un
puente hacia Portugal nunca podremos olvidar la labor de Ángel para traernos a sus poetas y
acercarnos una cultura que estaba muy cerca físicamente, pero demasiado lejana
en todo los demás. Con publicaciones como Espacio/Espaço
escrito se fue sembrando una nueva manera de apreciar al vecino que,
con el tiempo, ha acabado por dar sus frutos. La semana pasada han otorgado el
premio Eduardo Lourenço a otro extremeño, al profesor de la Universidad de
Évora Antonio
Sáez Delgado. Quienes estamos al tanto de lo que pasa a un lado y otro
de La Raya sabemos que la decisión del jurado ha sido más que merecida, porque
el escritor cacereño recoge el testigo de una obra que Ángel Campos comenzó, y
que en su ir y venir desde Extremadura al Alentejo les lleva y nos trae lo mejor
de dos culturas. Enhorabuena.
Publicado en EL PERIÓDICO EXTREMADURA el 5 de mayo de
2014.
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